Después de la suspensión ante Racing, Hebraica volvió a Avellaneda para medirse ante Independiente en SECLA por la Octava Fecha del torneo. Inicio dubitativo del equipo que sufrió dos golpes rápidos pero supo reaccionar a tiempo y tras la igualdad en la primera mitad, levantó su nivel en la etapa complementaria y festejó tres puntos para seguir soñando.

Parece lejos aquella victoria ante Estrella de Boedo, dos semanas atrás. El tiempo es relativo, también en los momentos posteriores a un triunfo. La espera a veces es un arma de doble filo y los primeros dos minutos ante Independiente quizás son el ejemplo de ello. La expectativa se mantuvo en Avellaneda, tras la postergación del encuentro ante Racing. En SECLA, Hebraica visitó a un equipo que también llegaba con la necesidad de ganar. El quinteto inicial volvió a ser el habitual: Fede Arruguete en el arco, Gabi y Mati Edelstein, Pablo Pastor y el capitán Ari Birencwaig. Nacho Cabral movió mucho el banco de suplentes durante todo el partido. Ingresaron Elio Guipponi, Santi Escande, Pablito Vera, Fede Entenberg, Juan Yoma, Facu Schusterman y Diego Trezwik. Maxi Jarast y Nico Kravetzky completaron el banco.

Después de un gran segundo tiempo de la Tercera (levantó un 2-5 con arquero jugador en los últimos 6 minutos de juego), el primer equipo de Hebraica salió a la cancha con la intención de cosechar dos victorias en fila por primera vez en la temporada. 43 segundos pasaron y Peloso grito el primero para Independiente con una buena definición mano a mano ante Fede. Menos de un minuto después, otra vez el 7 del rojo aumentó la cuenta tras recibir de un tiro libre indirecto. Hebraica sintió el 0-2, pero de a poco empezó a acomodarse en la cancha. Los ingresos de Facu Schusterman y Pablito Vera le dieron mas intensidad y protagonismo. Así llegó al descuento a través de un penal que Facu cambió por gol a los 4 minutos de esa primera mitad. Independiente intentó con pelotazos cruzados muy largos a las espaldas de la marca. A los 9, Mati Edelstein recuperó tras una buena presión y asistió de gran manera a Fede Entenberg para gritar el empate. En los últimos minutos de los primeros 20, el equipo bajó un poco la guardia y el local respiró. Pablito Pastor tuvo una gran chance para desnivelar a favor tras una gran jugada colectiva que terminó con Gabi Edelstein cruzando la pelota al segundo palo. La definición del pivot de Hebraica se fue apenas arriba.

En la etapa final, a los 8 minutos Ari Birencwaig gritó el 3-2 para poner en ventaja a Hebraica tras aparecer dentro del área y tocar a un costado. El equipo no podía definir el partido, a pesar de generar las situaciones. A los 11 sacó dos de distancia con el primer gol de Pastor en la temporada. El histórico 6 del conjunto de Pilar marcó en un momento donde el partido se lo pedía. Tuvo una chance inmejorable para aumentar pero Chillemi, arquero de Independiente, tapó un remate a quemarropa para evitar una nueva caída de su valla. Ya con el 1 de rojo adelantado, Hebraica dispuso de aquellos remates lejanos pero sin suerte, como uno de Santi Escande que pegó en el palo y salió. A menos de tres minutos del final, Pablito Vera sumó su quinto grito personal en el torneo tras definir a un arco vacío. Independiente descontó pero le costó generar situaciones claras ante Fede en la segunda mitad.

Victoria 5-3 para seguir sumando y mantenerse expectantes en un torneo donde la paridad es protagonista. Nuevamente cinco goleadores diferentes gritaron para el equipo. Segundo triunfo seguido, tercero en los últimos cuatro partidos, para alcanzar los 10 puntos en el campeonato. El próximo sábado será otra partida difícil en este largo camino: Barracas en condición de local. De a poco el equipo va encontrando su mejor forma, esa tan deseada identidad, que al fin y al cabo es la que fundamenta las victorias. El gran objetivo es construirla, lleva tiempo, trabajo, paciencia y dedicación. De eso se trata este deporte. Este es el camino. ¡Vamos Hebraica!