Hebraica visitó a Jorge Newbery en el marco de la fecha 16 del campeonato con el objetivo de volver a la victoria tras la caída ante Boca y la igualdad ante América. Clima de final en Villa Real entre dos equipos con claras aspiraciones de estar entre los ocho. El equipo de Nacho Cabral jugó uno de sus mejores partidos, sacó la diferencia en el segundo tiempo y cerró invicto sus presentaciones como visitante en la primera ronda del certamen. Gran prueba de carácter para un grupo que se supera semana a semana y que ya construyó la mejor campaña de la historia en una rueda del torneo. ¡Vamos Hebraica!

No fue un viernes más para Hebraica. El equipo y toda la gente que se acercó a Jorge Newbery sabían que estaban ante un partido con clima de final, de esos que hay que ganar. Cancha difícil, un rival en alza con tres victorias en fila y el último encuentro en condición de visitante de la primera ronda. ¿El resultado de esa combinación? Una victoria muy trabajada para seguir soñando desde arriba.

El quinteto inicial se mantuvo: Nico Kravetzky en el arco (con varias intervenciones claves en el partido), Diego Trezwik, Gabi y Mati Edelstein y Pablo Pastor. Ingresaron Elio Guipponi, Facu Schusterman, Juan Yoma, Pablo Vera, Santi Escande y Nico Giaconi. Completaron el banco Fede Arruguete, Ari Birencwaig y Fede Entenberg.

El primer tiempo ya se vivió con mucha tensión. Los dos se estudiaron y no lograron generar muchas situaciones. Pablito Vera, otra vez determinante para el equipo, abrió el marcador a los 13 minutos. A los 18 Newbery igualó las acciones y con el 1-1 se fueron al descanso.

La parte final se sufrió, gritó y festejó como una final. A los 9 Newbery se quedó con un hombre menos en una jugada muy discutida y a los 10 Pablo Pastor marcó el 2-1. Apenas un minuto después, otra aparición de Vera en una corrida individual por la derecha se convirtió en el 3-1. A los 15, ya con el local con arquero jugador, Elio Guipponi definió casi desde su propia área al arco vacío por arriba de todos. Para cerrar el resultado, Mati Edelstein definió también desde su propio campo y gritó lo que seria el 5-1 definitivo. Aplausos de parte de la tribuna llena de Hebraica en el minuto final de juego.

Una prueba de carácter para un equipo que ya logró quedar en la historia: con este triunfo ya es la mejor campaña en una rueda. 35 puntos en 17 partidos, producto de 11 triunfos, 2 empates y 4 caídas. Merecido presente para un grupo que conoce y tiene claras sus aspiraciones pero que no deja de sorprender y superar sus propios límites. La próxima semana sera el turno de recibir a Kimberley en Pilar para cerrar la primera ronda del Campeonato. Este, sin ninguna duda, es el camino. ¡Vamos Hebraica!