Hebraica y Barracas jugaron en Villa Modelo uno de esos partidos que no dan respiro hasta el segundo final. Con dos equipos ilusionados en quedar entre los ocho se vivió un gran partido de futsal. El conjunto de Nacho Cabral lo perdía por la mínima a menos de dos minutos del desenlace, pero logró dar vuelta el marcador para escribir historia. ¡Vamos Hebraica!

En la previa se palpita como una final. No importa el cómo se llega a este tipo de partidos, menos aún en un torneo donde predomina la incertidumbre y la sorpresa en cuanto a resultados es protagonista con todos los equipos peleando distintos objetivos. Hebraica y Barracas dejaron en claro donde están y cual es su principal ilusión en el tramo final del campeonato.

El marcador se modificó rápido con el tanto de Claudino. Hebraica no se desesperó e igualó a través de Facu Schusterman, de gran presente. El 1-1 se mantuvo durante largos minutos y Barracas mostró mejores variantes en ataque. Así llegó al 2-1 casi en el cierre de esa primera parte con una definición de Tavella.

La etapa complentaria tuvo ese guión de película que este deporte suele mostrar. Hebraica mejoró con la pelota, tuvo sus chances para igualar y tras varios intentos, Mati Edelstein selló el empate. Con el 2-2 la incertidumbre creció pero la intensidad nunca cambió. A 8 del final, Claudino volvió a desnivelar a favor de Barracas. Ambos equipos llegaron a la quinta falta y con menos de dos minutos, a través de un gran tiro libre, Facu gritó el 3-3. Diez segundo más tarde, Barracas tuvo su chance con una sexta falta pero Fede Arruguete mantuvo el empate. Nacho Cabral pidió su minuto con apenas 43 segundos en el reloj y en el final, cuando la igualdad ya parecía definitiva, Mati Edelstein asistió a Ari Birencwaig en el segundo palo a 18 segundos del cierre. El propio Mati tuvo una chance inmejorable para aumentar la diferencia con el local con arquero jugador pero la pelota se fue apenas afuera y Barracas intentó hasta en su último ataque.

Desahogo y festejó inmediato al grito de «Soy de Hebraica» en un partidazo de futsal. Se ganó uno de esos encuentros que suelen valer mucho más que tres puntos de cara a la recta decisiva en búsqueda del objetivo para un equipo que demuestra semana a semana sus convicciones con trabajo y sacrificio.  La fecha que viene será momento de recibir a Lomas. Con ocho partidos por disputar en este largo camino, eso que llamamos ilusión está más intacta que nunca. ¡Vamos Hebraica!