Hebraica visitó a 17 de Agosto en Villa Pueyrredón con la misión de recuperarse tras las dos caídas en forma consecutiva. Fue un partido de esos que no dan respiro, con la incertidumbre hasta el segundo final y con la ilusión intacta de quedar entre los 8. La pelota no quería entrar, pero llegó el empate y el desahogo recién a 23 segundos del cierre. El equipo levantó su juego, buscó espacios en una cancha siempre difícil y se quedó con tres puntos claves de cara al objetivo de entrar al playoff. ¡Vamos Hebraica!
Que difícil es resumir tantas sensaciones en unas pocas palabras. Después de las caídas ante Secla y Glorias, el conjunto de Nacho Cabral sabía de la importancia del partido con 17 de Agosto de cara al futuro inmediato. Tuvo momentos de muy buen juego con la pelota en pocos espacios, generó muchas situaciones de gol y pudo sumar de a tres con poco mas de 20 segundos en el reloj.
El quinteto titular no se modificó: Fede Arruguete en el arco (sacó una doble pelota a 15 segundos del final y volvió a ser importante para el equipo), Ari Birencwaig, Pablo Pastor y Gabi y Mati Edelstein. Ingresaron Pablo Vera, Facu Schusterman, Santi Escande, Fede Entenberg, Elio Guipponi, Diego Trzewik y Juan Yoma. Nico Kravetzky y Nico Giaconi completaron el banco.
El local gritó primero y rápido con un gran remate desde la derecha. Hebraica generaba situaciones pero no podía alcanzar el empate. Otra vez los palos y definiciones muy ajustadas parecían negarle el ansiado grito de gol, pero a los 12 del segundo tiempo Pablo Pastor asistió a Mati Edelstein para que defina a la red y marque el 1-1.
Los últimos dos minutos se vivieron con mucha intensidad y a falta de 23 segundos, Hebraica pudo aprovechar la desventaja numérica de 17 de Agosto por dos expulsiones con una definición de Facu Schusterman muy festejada por toda la gente que se acercó a Villa Pueyrredón.
Se sabía que era una final en un torneo caracterizado por la paridad. El equipo movió bien la pelota, generó sus oportunidades y logró sumar tres puntos muy importantes de cara a la recta decisiva en busca de los playoff. Ya casi puede verse la linea roja de llegada de un camino que comenzó allá por abril. Falta muy poco para cumplir el objetivo. ¡Vamos Hebraica!