Playoffs: El partido que jugamos todos

Y un día llegó. El gran objetivo de un equipo, de un grupo que se propuso quedar entre los ocho y lo logró. Con esfuerzo, mucho sacrificio y ante todo, mucho trabajo y entrenamiento. A veces las expectativas superan incluso cualquier tipo de realidad y dejan en claro que los resultados no se tratan de casualidades. El camino fue muy largo, con mucha tensión, con aciertos y errores que fueron claves para entender dónde estamos hoy. Con el sueño y objetivo cumplido, la ambición siempre pide más. Pasó el debut en Playoffs, un triunfo y una derrota. El pase a las semifinales se define en un tercer partido. Conformarse sería fácil, pero la historia aún tiene un capítulo más por contar. ¡Vamos Hebraica!

Partido-para-recordar

 

Empezó como un sueño, un proyecto que, como cualquiera con muchas decisiones juntas, necesitaría tiempo para llevarse a cabo. El equipo empezó a entrenar en febrero y desde aquel debut del 11 de abril ante Ferro en cancha de Argentinos Juniors, nunca frenó. Ese empate agónico 3-3 para empezar a sumar y además ya entender lo complejo que sería el torneo. La derrota con San Lorenzo en Pilar fue un efecto lógico ante uno de los candidatos, pero la victoria con mucha autoridad ante Pinocho en Villa Urquiza fue una muestra de carácter del equipo, una advertencia positiva de este presente. La caída ante La Ñata como local en un partido de ida y vuelta dejó a sabor a poco en un partido muy parejo.

Desde ese encuentro, el equipo creció a base de victorias, confianza y mucho juego para sumar cinco triunfos en fila: Estrella de Boedo, Independiente, Barracas, River y Lomas. La racha se cortó con la visita de Ferro en Pilar, por un adelanto, pero el conjunto de Nacho Cabral no sintió el impacto y siguió adelante con otras cuatro victorias consecutivas: Glorias, Racing, 17 de Agosto y Huracán. La caída ajustada con Boca y el empate casi en el cierre del encuentro ante América en el Medinath Israel frenaron el envión en cuanto a resultados, pero no así en el juego. El triunfo ante Jorge Newbery y un empate con Kimberley en un partido de mucho futsal cerraron la primera rueda con 36 puntos históricos para Hebraica.

Llegó la pausa por las Macabeadas en Israel, donde el equipo consiguió la tan ansiada y merecida medalla dorada. Ya de nuevo en Buenos Aires, el regreso fue una derrota ante La Ñata. Como visitante en Boedo, empató ante San Lorenzo en un gran partido pero no pudo recuperarse y sufrió dos golpes en Pilar ante Pinocho y River.  Volvió al triunfo ante Estrella de Boedo en condición de visitante y venció a Newell’s por los 32avos de final de la Copa Argentina. Rescató un empate en un difícil partido ante Independiente en Pilar y se quedó con los tres puntos ante Racing, también en el Medinath. El punto de inflexión fue el encuentro con Barracas en Villa Modelo: un triunfo a segundos del final en un partido que parecía derrota. La racha se estiro ante Lomas en La Ñata y llegó hasta Boca, en una jornada histórica en el Quinquela Martín. La caída ante Secla por Copa Argentina pareció golpear al equipo y se estiró ante Glorias en Pilar. Con la necesidad de volver a la senda del triunfo, sumó de a tres ante 17 de Agosto en los segundos finales y ante Huracán con mucha autoridad. En la fecha 32 ante América fue derrota, pero se alcanzó el objetivo: la clasificación a los Playoffs. El equipo venció a Jorge Newbery también en Parque Avellaneda y cerró su participación en cancha de Ferro, donde cayó en los instantes finales ante Kimberley. Cuarto puesto histórico y la mejor campaña de la historia de Hebraica en el Futsal de AFA.

Ya por los cuartos de final entre los mejores ocho, en Villa La Ñata, el rival por posición en la tabla fue Barracas. Un partido para cada uno: 5-2 para Hebraica en el primer partido y mismo resultado para Barracas en el segundo encuentro de la serie. Un marco imponente y espectacular en las tribunas de Hebraica con mucha gente alentando y acercándose a vivir un momento único, uno de esos que marcan puntos de inflexión y dejan en claro que cuando se piensa más allá, los imposibles no existen.

Todo este largo camino aún tiene un episodio más por escribir: el lunes en el Microestadio de Racing se definirá el pasaje a las semifinales. Quien logre la victoria estará en la siguiente instancia y un empate favorecería a Hebraica por ventaja deportiva. Más allá de cualquier resultado, esta historia, este camino resume los sueños de un equipo, un cuerpo técnico, dirigentes y mucha gente que hace posible que Hebraica se mantenga en lo más alto del Futsal de nuestro país. El lunes, sin dudas, es el partido que jugamos todos. ¡Vamos Hebraica!

Por Ariel Edelstein.

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