Hebraica visitó a Pinocho en Villa Urquiza por la fecha tres del campeonato con la necesidad de empezar a sumar. Como aquella vez en la temporada pasada, en la misma cancha, mismo rival y la misma fecha del certamen, los dirigidos por Nacho Cabral jugaron un gran partido y consiguieron sus primeros tres puntos en el camino. La gente acompañó en una tribuna llena que terminó al ritmo del “Soy de Hebraica” en un domingo que también quedará en la historia.

El 26 de marzo de 2017, Hebraica venció a Pinocho por 5-3 y consiguió su primera victoria en la temporada. Un año después, la situación pareció similar, en cuanto al momento del equipo y el escalón del largo camino. Es raro hablar de una victoria necesaria en la fecha tres de un certamen de 30 jornadas, pero la de este domingo realmente lo fue. En un trayecto de altas expectativas y en un torneo donde la competitividad parece crecer semana a semana, los tres puntos en Villa Urquiza son un premio al sacrificio de un equipo que quiere seguir escribiendo historia.

Hebraica salió a la cancha con un quinteto titular reconocido y de experiencia: Fede Arruguete en el arco, Ari Birencwaig, Pablo Pastor y Gabi y Mati Edelstein. Ingresaron Elio Guipponi (una de las figuras del encuentro), Rodri Escosteguy y Fede Entenberg. Completaron el banco Gonza Carballo, Lauti Franco, Maxi Jarast y Martín Schwalb (Jugador de la Cuarta División que integró por primera vez el banco de Primera).

El inicio del juego fue parejo con los dos equipos estudiando a su rival. El capitán Ari Birencwaig abrió el marcador a los 7 minutos con un remate desde afuera, pero Pinocho lo igualó un minuto más tarde desde un córner.  El 2 de Hebraica gritó por duplicado tras una gran jugada donde Mati Edelstein lo asistió ante la salida de Elias para marcar el 2-1 en Villa Urquiza. Antes del cierre de aquella etapa, Elio Guipponi aumentó la diferencia tras recuperar la pelota y definir desde la derecha con un potente remate.

La parte complementaria se vivió con mucha tensión en la cancha y en las tribunas llenas de ambos equipos. Pinocho buscó el descuento rápido con Elias como quinto jugador, pero Hebraica mantuvo la concentración y el orden. A los 10 minutos, Gabi Edelstein recibió su segunda tarjeta amarilla tras una jugada peligrosa y se fue expulsado (Un minuto antes había recibido una primera tarjeta muy discutida). En la primera jugada con superioridad numérica, un remate lejano y un desvió se convirtió en el 3-2. Con los dos equipos en quinta falta, el local fue a buscar el empate pero Hebraica pudo aguantarlo y a 8 segundos del  cierre, Elio Guipponi definió a la red, después de una larga corrida con la pelota en sus pies, para generar el desahogo y el festejo de toda la gente en la tribuna visitante.

Una victoria clave para empezar a sumar, para creer que con el trabajo y el sacrificio este equipo, otra vez, puede alcanzar lo que se proponga. El camino es muy largo pero este domingo en Villa Urquiza, Hebraica volvió a escribir otra página de historia. El próximo sábado el sueño continúa cuando reciba a Independiente en el Microestadio Medinath Israel. ¡Vamos Hebraica!

Por Ariel Edelstein.