Fecha 8: ¡Otra página de historia!

Hebraica recibió a River en el Microestadio de San Lorenzo en una noche de sensaciones y mucho corazón. Lo que parecía una derrota por amplio margen para el equipo de Nacho Cabral, se transformó en una victoria épica, de esas que escriben historia, que no ameritan análisis y cuyo valor perdura en el tiempo. Una reacción memorable de un equipo que nunca baja los brazos, que se sacrifica semana a semana en los entrenamientos y que quiere seguir soñando. ¡Vamos Hebraica!

Para-Cronica

Qué difícil resumir tantas emociones en unas pocas palabras. Objetivamente el equipo jugó uno de los primeros tiempos más flojos en lo que va de la temporada, sin inquietar en ataque y sin ideas con la pelota. Pero este deporte no tiene explicación, más allá del juego, la diferencia y el análisis. Hay momentos que se describen desde la actitud y el corazón y este sábado, Hebraica transmitió eso para toda la gente que acompañó en Boedo y desde sus casas alentando frente a la transmisión de TNT Sports.

Quinteto titular con cambios con Nico Kravetzky en el arco, Rodri Escosteguy, Lean Ataides, Axel Perez y Nico Lamas. Ingresaron Pablo Pastor, Ari Birencwaig, Santi Escande y Gabi y Mati Edelstein. Completaron el banco Lauti Franco y Gonza Carballo.

Antes de comenzar se realizó un minuto  de silencio en conmemoración a Iom Hashoa, el día del holocausto.

Los primeros 20 minutos mostraron un encuentro de poco vuelo, con River mediante algunas llegadas con remates desde afuera y con Hebraica que no pudo reflejar la presión y la intensidad de los últimos partidos. Apenas un desvío tras un remate de Romero terminó en el único grito de aquella etapa.

Pero las emociones llegaron en la etapa final. River aumentó a tres de diferencia en apenas un minuto entre los 4 y los 5 y llegó al cuarto promediando la segunda mitad. El 4-0 ya parecía definitivo, ni siquiera estaba cerca un descuento, pero este deporte, este equipo representa un sentido de pertenencia que enseña, que transmite la importancia de, más allá de sufrir una noche adversa, nunca bajar los brazos. Así fue que a falta de menos de 5 minutos en el reloj y con Ari Birencwaig de arquero jugador, Nico Lamas gritó el primero con un remate al ángulo de izquierda a derecha. Lean Ataides por duplicado dejó a los de Nacho Cabral a tiro del empate con una paciencia envidiable en un momento de pura ansiedad y Mati Edelstein hizo estallar el grito del 4-4 al tomarse ese segundo de más para definir a la red. El empate ya tenía título de heroico en una jornada compleja, pero el último capítulo lo escribió Pablo Pastor para marcar el 5-4 y sentenciar una nueva página de historia de un equipo que, otra vez, dio muestra de carácter ante la adversidad.

Como en la vida misma, a veces las cosas pueden no resultar como esperamos o como planificamos, y en esos momentos es donde necesitamos algo más, esa diferencia que refleja la pasión y la dedicación en eso que uno elige. A veces sale, a veces no y esas derrotas nos ayudan a mejorar. Como ya más de una vez escribí, las victorias se festejan, pero de las caídas se aprende mucho más. Hoy quizás es tiempo de agregar otra opción como los triunfos que emocionan, que nos enseñan que el sacrificio tiene premio. El camino es muy largo y recién empieza, pero estas paginas de historia ya quedan escritas con esta camiseta que tanto nos representa. Más que nunca, ¡Vamos Hebraica!

Por Ariel Edelstein.

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