Hebraica visitó a Kimberley en Platense por la fecha 10 del torneo con la ilusión de estirar la racha positiva en puntos y juego. En un partido donde el conjunto de Nacho Cabral dominó de principio a fin, Kimberley fue muy efectivo y se aferró a sus armas para quedarse con los tres puntos. Más allá del resultado, gran encuentro del equipo que mereció, como mínimo, el empate. ¡Vamos Hebraica!
Después de la victoria por los 32vos de la Copa Argentina, Hebraica visitó a Kimberley con el objetivo de mantener la intensidad y el nivel de los últimos partidos. Ante un buen marco de público, el equipo no dejó de intentar hasta la última pelota.
Quinteto titular con Nico Kravetzky en el arco, Ari Birencwaig, Pablo Pastor y Gabi y Mati Edelstein. Ingresaron Lean Ataides, Nico Lamas, Santi Escande, Axel Perez y Rodri Escosteguy. Lauti Franco y Gonza Carballo completaron el banco.
Desde el primer minuto de juego el partido ya mostró cómo sería su desarrollo. En un deporte de estrategia donde cada equipo intenta potenciar sus virtudes, el encuentro por la fecha 10 del torneo fue un ejemplo de ello con dos realidades muy opuestas. La primera parte tuvo un gran acierto con un remate lejano para el único gol a favor de Kimberley. Hebraica generó y llegó en varias oportunidades pero falló en el último toque.
En la parte final, el equipo de Nacho Cabral sufrió el 2-0 en el único ataque del conjunto local. Hebraica dominó la pelota, generó situaciones y llegó al descuento a través de Lean Ataides. En los últimos minutos, buscó con arquero jugador pero el travesaño y el arquero de Kimberley negaron una igualdad que hubiese significado, como mínimo, más justicia en el encuentro.
Una derrota que duele por los puntos en un torneo donde la paridad parece ser la mayor protagonista, pero que volvió a mostrar a un equipo que no baja los brazos en la adversidad y que solo le faltó el toque final. La próxima semana será momento de volver a Pilar despues de cuatro fechas para recibir a Banfield. ¡Vamos Hebraica!
Por Ariel Edelstein.