Hebraica enfrentó a Boca en Ferro por la vuelta de los Octavos de Final de los Playoffs con la ventaja mínima del triunfo en el encuentro de ida. A pesar del 0-1 en el primer tiempo, el equipo de Nacho Cabral tuvo las mejores chances en 20 minutos donde predominó la paridad. En la segunda parte, la diferencia creció y la serie se rompió. Obviamente no fue el final que todos esperábamos, más aún después de la gran ilusión del 3-2 del sábado, pero como siempre repetimos desde este espacio, ¡donde sea con este equipo y estos colores! A dar vuelta la página y pensar en lo que viene. ¡Vamos Hebraica!

Para sobrevivir al cruce por salir octavo en la Zona B, el equipo necesitaba de dos partidos perfectos en juego e intensidad. Hebraica logró la combinación de esas virtudes el último sábado en cancha de Racing, pero no pudo repetirlo este miércoles en Caballito.
Quinteto titular con Gonza Carballo en el arco, Gastón Broggia, Mati Edelstein, Pablo Vera y Rodrigo Escosteguy. Ingresaron Juan Cruz Freijo Riveras (volvió de la lesión), Ari Birencwaig, Agus Raigada, Pablo Pastor, Franco Uehara, Rodrigo Gomes Ares y Frank Carrasco. Completaron el banco Tiago Feler y Valentín Cohen.
Los primeros 20 fueron muy parejos. Boca sacó una mínima diferencia y Hebraica tuvo mejores chances, hasta una muy clara en los segundos finales de aquella etapa.
En la segunda mitad, a los 8 segundos, la diferencia aumentó tras una rápida jugada colectiva y el 3-0 a los 6 minutos, terminó de romper el encuentro y la serie. Hebraica intentó adelantarse con Freijo Riveras pero dos remates lejanos estiraron la diferencia final.
Ante una gran expectativa, siempre el resultado adverso duele, quizás incluso más. Sin embargo, este equipo ya demostró en otras instancias alrededor de estos 4 años, tal como escribí en la crónica del triunfo del sábado, que siempre buscará ir por más. De aquel anhelo de jugar un Playoff, a jugar semifinales de Copa y Torneo. Como todo deporte y como la vida misma, el objetivo siempre debe ser superarse y todo resultado menor a aquellos logros obtenidos, deja vacía la ilusión pero solo por un rato: en un año donde pensamos que no volveríamos a disfrutar del deporte que tanto amamos, vimos nuevamente estos colores y terminamos queriendo más. A descansar y volver más fuertes que nunca para seguir escribiendo historia. Por un 2021 lleno de éxitos vistiendo la camiseta que tanto nos gusta. ¡Vamos Hebraica!
Por Ariel Edelstein.